En esta categoría encontramos una gran variedad de productos, que puedes elegir dependiendo de las necesidades de tu piel; nutritivas, regenerantes, anti edad, para controlar el acné, aclarantes, entre otros. Su principal función es aportar agua a la piel y crear una barra protectora en la dermis para que mantenga su humedad natural. Existen distintos tipos de cremas, diferenciadas por su textura y su función principal. Usualmente se recomienda utilizar una de cada tipo, sobre todo si tienes piel seca:
-Geles: Su consistencia es transparente y extremadamente ligera, parecida al agua. Aptos para todo tipo de piel, son especialmente cómodos en climas cálidos, ya que otorgan una sensación de frescor e hidratación inmediato. Puedes guardarlos en el refrigerador para potenciar el efecto frío.
-Emulsiones o lociones: Son cremas hidratantes de textura ligera y no grasosa. Este producto es ideal para pieles mixtas y grasas, ya que nutren y suavizan la piel, pero no la sobrecargan, dejando una sensación de ligereza y confort. Recuerda que la hidratación es sumamente importante en cualquier tipo de piel, incluso las más grasas.
-Crema Hidratante o humectante: Ideal para pieles normales y secas. Su consistencia es más espesa y suelen poseer aceites esenciales que ayudan a humectar la piel. Son apropiadas para cualquier edad, en especial para pieles maduras.
-Crema de Contorno de Ojos: La piel de los párpados es 10 veces más delgada que la del resto del rostro, por lo que es más susceptible a los efectos adversos del medio ambiente y necesita productos específicamente diseñados para esta zona. Estas cremas previenen la aparición de arrugas, combaten las ojeras y reafirman la piel.
-Crema o máscara de noche: Están orientadas a actuar durante la noche, aprovechando el momento en que la piel comienza su proceso de renovación más importante. Suelen ser un poco más espesas que las cremas de día y no necesitan enjuague inmediato.